Estoy segura de que la jornada será tranquila, como es nuestra costumbre.
Apelo a nuestra tradición de respeto a las urnas y a la decisión de todo un pueblo para que al caer la noche estemos viendo el acontecer por la tele, en el club, en familia o con amigos y que lo único que se agite sean banderas.
Que las calles se llenen de festejos con alegría y emoción. Ni a los gritos ni a los golpes, sin agresión, sin insultos, frenando a la violencia oportunista antes de que aparezca.
La Democracia se protege en paz. Los dirigentes y referentes de los votantes de todos los colores y orientaciones, en todo el Uruguay, deberán hoy y siempre llamar a los festejos con respeto sin desbordes.
Mañana será un lunes más de noviembre.
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