A pesar de la nube
Nunca le preguntaron. Otros hablaban y a otros creían escuchar. Pero a él no. Estaba en la puerta de salida, pronto para embarcar, como le gustaba decir; en silencio, sin equipaje de 23 kilos, con lo puesto, un pasaje en económica y un pasaporte que no necesita visa. Levantar vuelo, perder las ataduras, despegar liviano, …