11- Solo quiero que seas feliz
Mayo. Esta pintura cotidiana, monocroma, apagada, grisácea se ha volcado en innumerables oportunidades en relatos, novelas y películas uruguayas, como uno de los sellos distintivos de nuestro perfil ciudadano y capitalino. La narración transcurre a fines de los 90 del siglo XX, en una casa y en un barrio de clase media urbana de Montevideo. Harta. …